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6 de octubre de 2010

Todo o nada (Episodio 1)

Sábado
Inspiración súbita
Piano eléctrico
Música inmediata
Canciones recientes:
letras muy nutridas
Canciones recientes:
canciones muy largas
Versos lacónicos mejor
Lírica minimalista esta vez
Muchos verbos esdrújulos
Tópico: entregar todo
Ofrecer todo
Sin medias tintas
Nada a medias
Sustancia
Abundancia
Como debe ser
Toda relación
La que sea
Ritmo frenético
Melodía lenta
Exigente para mi cansada voz
Lunes
Canción con forma
Martes
Primera grabación de prueba
Miércoles
Entrego
Lo que hay de letra
Lo que se puede mostrar
De la maqueta
Falta por terminar
Pero lo que hay
Está aquí todo
Para ustedes
Todo o nada:

entiéndeme
tolérame
confiésame
modérame

descúbreme...
concédeme...
...todo o nada

libérame
alíviame
decrétame
apréndeme

declárame...
exígeme...
...todo o nada
Licencia de Creative Commons
"Todo o Nada" de luiser aparece bajo una licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.



8 de septiembre de 2010

Si no estás (Episodio 2)

A medida que pasan los años, me demoro más para terminar una canción. Cuando comencé de jovencito a componer, a veces tenía temporadas en que podía hacer una tonada a diario. Ahora pienso y repienso cada nota, cada acorde y cada ritmo, y me puedo tardar meses o años en concluir una idea.

No es que ahora me obsesione más el ser original o perfeccionista; es que después de tantos años escuchando y tocando de todo, me es más difícil crear algo que me suene fresco, desafiante y sensible. Todo me suena a dos mil canciones que he oído por ahí, o a cosas incomprensibles que no me hacen sentir nada.

Me pasó en un principio con Si no estás, un tema del que les hablé hace más de un año. A pesar de la que considero una bonita historia detrás de la canción y de lo emocionante que es la iniciativa de grabarla con Melissa Munster a distancia, más lento no he podido trabajar para materializar el proyecto.

Varias veces me sentaba al piano y me salían cosas que me gustaban, pero después de horas, me hastiaba. No buscaba los acordes perfectos ni la melodía inolvidable. Yo buscaba algo que le es muy difícil describir a un compositor. Es esa combinación de cosas que podríamos escuchar 100 veces seguidas sin aburrirnos y con el mismo sentimiento.

Adapté la letra para que tuviera otra rítmica y el asunto mejoró, pero aún no daba con el estilo. ¿Una balada? ¿Algo a medio tiempo? ¿Rock & roll? ¿Qué le gustaría cantar a Melissa? ¿Qué podía hacer que no chocara con su personalidad como artista? ¿Cómo conciliar mi persona con la de ella sin tenerla al lado? ¿Cómo expresar sentimientos de frustración y tristeza, y a la vez provocar una sonrisa?

Ah, y la melodía que me saca la lágrima. La mayoría de mis canciones tienen al menos un par de segundos que me provocan una lágrima. No es exageración y quizás lo que he grabado no les provoque algo similar, pero es una exigencia personal. Si la canción tiene ese mínimo instante que me conmueve, la grabo. Si aún no lo tiene antes de encerrarme en el estudio, busco crearlo. Si falta en definitiva, la canción pasa a ser de esas que llamo "de entrenamiento" y nadie más la escucha.

A la 1 de la mañana del domingo pasado, probé de nuevo y pasó. La lágrima...

En la tarde empecé a grabar y no me quise detener más. En la noche estaba ya haciendo escándalo con la batería. No quería dormir. El lunes, el bajo eléctrico y la lágrima se acompañó de sonrisa. Quería grabar la voz, dejar la melodía; pero he estado padeciendo de ronquera y tos desde la semana pasada. No me importó. Sabiendo que no sería una interpretación satisfactoria, no usé mi mejor micrófono; no me importaba la calidad de la grabación; sólo quería grabar. Ya eran las 11 de la noche y no estaba cansado. Mientras me tomaba algo, me comuniqué con ella en Twitter:
¡Mel, estoy grabando la canción en la que te quiero! Creo que es una de las mejores que he hecho en mi vida. ¿Aún quieres grabar conmigo? Sé que me he tardado.
El martes amanecí con una canción nueva y esperando la respuesta de mi co-intérprete, y llegó. Que sí, que se la enviara. Y la envié, y entonces me percaté de un detalle: ¡¿Y SI NO LE GUSTA?!

Mientras esperaba su feedback, me permití maravillarme de nuevo con el proceso. No conozco en persona a Melissa; ni siquiera sé de qué le gustan los tacos, y mucho ignora ella de mí también. Pero allí estaba yo experimentando lo mágico de crear algo muy mío y sentido para luego hacerlo volar a un rincón desconocido en México, en minutos, a la única otra persona que ha escuchado esta canción hasta ahora; una extraña que no lo es tanto, porque la conexión musical está.

Y le encantó. Le gustó mi versión cruda, ronca y desafinada, sin retoques de estudio. Son momentos así que me recuerdan lo tanto que adoro mi oficio.

Ahora es cuestión de coordinar agendas para seguir con la producción. Melissa es muy activa con su música y yo sigo en tantas cosas también, en especial ahora que estoy promoviendo mi nuevo disco. Pero sigo con la confianza --que es la de ella también-- en que resultará algo que nos gustará y que la gente apreciará.

Canciones abundan, y esta no es sino otra más, pero es mía y hay magia detrás de ella, y es lo que celebro y comparto con ustedes, que son quienes motivan y me acompañan del otro lado. Aquí les dejo una pequeña muestra de la maqueta que escuchó Melissa. Cuando la canción lo decida, se volverá versión definitiva y entonces la escucharán toda. Gracias siempre por estar allí.

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Notas relacionadas:

5 de mayo de 2010

Déjame en paz (Episodio Final)

Hay antibióticos que no tolero y me provocan vómito y, despistado como soy a veces con esas cosas, olvido la posibilidad del efecto secundario hasta horas después de tomarlo. Es cuando me da rabia recordar que es absurdo que un tratamiento sea peor que la enfermedad.

En mi opinión, mi país está tomando un antibiótico similar desde hace años. La intención en un principio pudo ser buena, pero el medicamento no lo toleramos y se ha vuelto más bien venenoso. Y es lo que pretendo sacarme del organismo con Déjame en paz, canción que al fin puedo estrenar para ustedes hoy.

Son varios los sentimientos: dolor, enfado, hastío, impotencia, cansancio, por un lado; por el otro, necesidad de recobrar la fe en lo que en realidad queremos ser, en lo que éramos antes de esta nueva pesadilla. Más que un reclamo dirigido a un hombre, o a un grupo de personas, es antagonía a una noción básicamente infructuosa, a un método absurdo y ya sin fundamentos loables. Más que una queja histérica, es una descarga optimista.

De allí surge esta tonada que parece al menos dos canciones en una, la expresión de un punto de vista personal ante el cual espero mente abierta y por el cual no debería temer retaliaciones (como, de hecho, algunos músicos temieron al decidir que no participarían como instrumentistas invitados).

Soy el responsable de la producción y la ejecución de todo en esta grabación hecha en mi estudio personal, y eso me da también orgullo (y si hay algo por lo cual crean que no debería sentirme orgulloso, al menos ya conocen al culpable). Sin embargo, agradezco públicamente a un par de guitarristas fabulosos, Rodolfo Betancourt y Nicky Scarola, por su disposición a participar, a pesar de que las agendas se volvieron en contra.

Bueno, al grano. Escuchen y compartan, si les apetece. Gracias siempre por el apoyo que me regalan sin pausa ni condiciones.



déjame en paz, revolución
porque yo no te entiendo
porque me harté del desprecio
deja en paz a mi gente con ganas
deja en paz a mi gente con sueños

déjame en paz, revolución
me estás quitando futuro
porque en tu atraso me hundo
dales paz a mis niños, mi alma
un descanso a mis viejos, mi anhelo

quisiste hacer y no hiciste
quisiste hablarme y no dices
ya no eres guía y no dejas hacer
me frustras y violentas mi ser

necesito esperanzas
y quiero volver a amar
necesitamos más vida
y nos queremos amar
en este sitio tan grande
que hemos parido juntos
que hemos sudado juntos
no para ti

déjame en paz, revolución
pues mi verdad no es la tuya
y la tuya no es mía
mi identidad aniquilas, oye
para a tu imagen hacerme entonces

déjame en paz, revolución
me amargan tu ira y veneno
tomas lo que es mío y merezco
y me agredes, no me cuidas
y nada te vale mi vida

me insultas y denigras
me anulas y me aislas
ya amenazas no quiero
y me urge curarme el miedo

pues necesito esperanzas
y quiero volver a amar
necesitamos más vida
y nos queremos amar
en este sitio tan grande
que hemos parido juntos
que hemos sudado juntos
no para ti

déjame en paz, revolución
quiero a mis héroes de vuelta
y que me tomen en cuenta
sin alienar mi destino
sin imponerme el camino

paz, por Dios, paz, revolución
ya no me llames traidor
por reclamarte la acción
porque no das pie con bola
y un protestante te estorba

buscas millones de almas
y la tuya nunca das
lo que me quitas regalas
y si te ruego, no estás

necesito esperanzas
y quiero volver a amar
necesitamos más vida
y nos queremos amar
en este sitio tan grande
que hemos parido juntos
que hemos sudado juntos
no para ti

que hemos parido juntos
no para ti
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Notas relacionadas:

23 de marzo de 2010

Déjame en paz (Episodio 3)

Hoy estoy escribiendo el guión para el video de Déjame en paz, una canción que debo terminar de producir en un par de semanas, y recordé que algunos fans me han pedido que muestre cómo es la producción de un tema mío. Muchos tienen curiosidad sobre la manera en que suena una canción cuando "aún no está lista" (un estado tan relativo); así que tomé una versión inconclusa, con la instrumentación a medias y una voz que grabé sólo para referencia (algo desafinada), y la comparto aquí para quien gusta de "entretelones". Es sólo un extracto que se acerca a lo que quedará como resultado final. Estén atentos a la publicación pronto. Mi cariño siempre.

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17 de febrero de 2010

Viviendo en el cielo


Hace tiempo que quería representar mis canciones con imágenes que no se limitaran a los tradicionales videos musicales. Repentinamente, esta tarde se me ocurrió hacerlo con uno de mis temas y recurrí a unas hojas de papel y creyones; y algo que disfruto mucho --crear con lápices-- se mezcló hoy con la materialización de otro proyecto personal que me ha mantenido la mente activa este año: una bitácora fotográfica que me obliga a captar y publicar una imagen diaria.

Para hacer más motivadora aún mi tarea, me cruzo también con el viejo propósito de contar un poco la historia detrás de mis viejas canciones; y esta vez les cuento de Límites, el tema que abre mi disco Morfeo.

Morfeo pretende ser un trabajo conceptual que gira en torno a varias interpretaciones de lo que es un sueño. De hecho, como introducción a las notas y letras del CD, hay una lista de palabras que encierran lo que el disco (un sueño) condensa para mí:
deseo - ilusión - motivación - escape - viaje - distancia - profundidad - espacio - libertad - soledad - individualidad - autenticidad - naturalidad - descanso - alivio - secreto - imagen - imaginación - apariencia - irrealidad - idealidad - expresión - significado - ambigüedad - predicción - historia
Estos conceptos están diseminados entre las canciones del disco, cuyo primer tema, Límites, es mi declaración abierta de que prefiero soñar y de que esa canción es además el comienzo de un sueño cuyas fronteras quiero cruzar y en cuya profundidad quiero caer.

Es también mi himno personal al movimiento y es lo que traté de manifestar con la imagen que hoy he creado. Incluso lo estático que en realidad es una fotografía se manifiesta también como una expresión paradójica propia de lo onírico. Quizás debí incluir el término "contradicción" en esa lista del CD.

Aquí les dejo algo para que la escuchen (bueno, supongo que a quien no me conoce le queda la intriga, ¿no?)

17 de junio de 2009

Las notas

Mis motivaciones
- Ibuprofeno para el corazón
- Mi rison-guay
- Vuela por él
- Las canciones raras en mi vida: "Dreamer" de Supertramp
- Sin dinero da miedo, ¿verdad?
- Diez claves para el éxito de un músico (primera parte)
- Diez claves para el éxito de un músico (segunda parte)
- Róbame las canciones
- De cuando Trina Medina me echaba salsa encima
- De alante pa'trás
- El entusiasmo que revitaliza
- El sufrimiento positivo
- Son diez mil
- Se buscan superhéroes
- Luiser ya es trío
- 25 citas que me motivan como músico
- La nota sube a 3
- Los 7 hábitos del artista altamente ineficiente
- Don't Stop 'til You Get Enough
- 15 reflexiones para hacer música sin límites
- El artruista (o el artista que es altruista)
- 70 profesionales de la música dan sus consejos (1)
- 70 profesionales de la música dan sus consejos (2)
- 70 profesionales de la música dan sus consejos (3)
- De cuando el jurado de Latin American Idol me invitó a cenar
- Los comienzos sin final
- De cuando Claudio Corsi me llevó a Viña del Mar
- El camino y la evolución
- Oportunidad
- Mi 2009 en 38 tweets
- Borroso
- De cuando Jon Lord me hizo crecer
- La nota sube a 4
- Luiser ya es cuarteto
- Mis 17 razones para caminar la calle con un nuevo CD
- De cuando le canté "Diferentes memorias" a Ricardo Montaner
- 4 cosas que me digo para curarme la vanidad de artista
- De cuando defendí a Ilan Chester en la TV
- Ayuda Pana
- Mi 2010 en 30 tweets
- Me quedan 112 canciones de vida
- De cuando canté con Jon Anderson
- El primer libro de mi saga
- Luiser en 1994 (o la foto en una entrevista)
- El artista que olvida su rebeldía
- Mis 8 fobias como músico
- De cuando Henrique Lazo me llevó al cine
- Canciones raras en mi vida: I've Got You Under My Skin de The Four Seasons
- Mi fama
- De cuando hice música para Dios con Víctor Drija y su familia
- Canciones raras en mi vida: Goodbye Yellow Brick Road de Elton John
- 6 reflexiones para el músico que quiere renunciar
- Epifanía en una sala de urgencias
- Mi 2011 en 50 tweets
- Las canciones en mi iPod (1)
- El himno a juro
- De cuando Guillermo Dávila se afeitó en mi baño
- 48 horas como músico de Guillermo Dávila (Parte Uno)
- De cuando grabé una canción viendo a Nicolás Maduro
- 48 horas como músico de Guillermo Dávila (Parte Dos)
- La maldición de pensar en premios
- Las 5 canciones más hermosas de Peter Gabriel (Mercy Street)
- Las 5 canciones más hermosas de Peter Gabriel (Don't Give Up)
- Las 5 canciones más hermosas de Peter Gabriel (Blood of Eden)
- Las 5 canciones más hermosas de Peter Gabriel (Father, Son)
- Mi 2013 en 893 fotos
- Mi 2012/2013 en 44 tweets
- De cuando compartí despecho con Karina
- Los 7 de mi hijo (o por qué lucho por mi país)
- Catch the Rainbow
- De cuando entré a un estudio de grabación por primera vez
- De cuando salí de gira con Santa Claus
- Mi 2014 en 532 fotos
- Mi 2014 en 56 tweets
- Música en tiempos de crisis (en Venezuela)
- Un ídolo es para siempre (Episodio 1)
- Un ídolo es para siempre (Episodio 2)
- Un ídolo es para siempre (Episodio 3)
Canciones raras en mi vida: I Got My Mind Made Up de Instant Funk
- Un ídolo es para siempre (Episodio Final)
- Cuando quieras trascender
- Mi 2015 en 115 tweets (1)
- Mi 2015 en 115 tweets (2)
- Mi 2015 en 115 tweets (3)
- Mi 2015 en 439 fotos
- Mi 2016 en 101 tweets
- luiser en Instagram: Septiembre 2017
- luiser en Instagram: Octubre 2017

Mi música
- Grito y silencio: La idea
- El susto en el baño
- Cierra la boca y grita, así duela
- Déjame en paz (Episodio 1)
- Déjame en paz (Episodio 2)
- Si no estás (Episodio 1)
- De cuando Carlos Jaeger me hizo cantar jazz
- La más básica relación de amor de un músico
- Nueva canción: Contacto
- Viviendo en el cielo
- Déjame en paz (Episodio 3)
- Déjame en paz (Episodio Final)
- Nueva canción: Como siempre
- Mi nuevo disco: Pasado Mañana (o cómo un músico se vuelve ambulante)
- Si no estás (Episodio 2)
- Todo o nada (Episodio 1)
- Todo o nada (Episodio Final)
- Celebración (Episodio 1)
- Un regalo para mis fans
- Canciones de Pasado Mañana: Límites
- Canciones de Pasado Mañana: Alguien detrás de ti
- Canciones de Pasado Mañana: Grito y silencio
- Canciones de Pasado Mañana: No me preguntes quién soy
- Canciones de Pasado Mañana: Duelen
- Canciones de Pasado Mañana: Canario de jaula en la selva
- Canciones de Pasado Mañana: Diferentes memorias
- Canciones de Pasado Mañana: A lo lejos
- Canciones de Pasado Mañana: Déjame en paz, Como siempre, Contacto
- Canciones de Pasado Mañana: grabaciones inéditas
- Instrucciones para participar en el video de PM1
- Cómo va el video de PM1 (Episodio 1)
- Celebración (Episodio Final)
- Mi semana musical (Mayo 30, 2011)
- Los 30 años de mi primera canción
- Caminando y cantando con Capriles Radonski
- Los 15 años de "En"
- Déjame en paz (nuevo video)
- Si no estás (Episodio 3)
- Estoy bien (nueva canción)

4 de noviembre de 2008

Cierra la boca y grita, así duela

Un buen día decidí ser un poco extremista y hacer todas mis cosas al revés, simplemente porque al derecho no tenía éxito en nada. Me sentía estancado y sin posibilidad de progresar, así que opté por deshacerme de muchas filosofías de vida. Mis actos fallidos eran reflejo de mi manera de pensar, por lo que me convenía más desechar conceptos, ideas, nociones, prejuicios y actitudes que no me servían para nada. Afortunadamente, el proceso resultó ser más fácil de lo que parecía al principio. Sólo reviví la adolescencia y comencé a cuestionarlo todo: ¿por qué esto sí?, ¿por qué aquello no? Vivimos siguiendo una especie de software envirado en la cabeza, que no es más que un cúmulo de pensamientos negativos conformados por palabras negativas.

Adios, palabras; me quiero expresar...

Escribí Grito y silencio para declarar que ahora prefiero vivir siguiendo paradojas; que lo ilógico puede tener mucho sentido y que quizás no existe nada imposible, cuando enfoco las cosas de la manera menos obvia, cuando recuerdo que en realidad hace falta muy poco para lograr mucho, que para crecer sólo hace falta ser pequeño y que para escuchar no necesito mi oído. Es más fácil lo que parece difícil.

Y fue muy emocionante grabar esta canción, una producción aderezada con la simbólica coincidencia de una fractura en mi pie, que no me detuvo (Dejo aquí mis zapatos para poder caminar); y el estímulo creativo de un arreglo musical que trata de reflejar el mensaje, sin introducción, porque no hace falta; con un ocasional piano eléctrico haciendo el papel de una guitarra eléctrica, porque esta no hacía falta; con una segunda estrofa sin acompañamiento armónico, porque no era necesario; con un estribillo sin letra, porque las palabras sobran y mis manos hablan mejor. A veces el silencio es más elocuente y a mí me encanta gritar callado.

También fue una experiencia renovadora grabar Duelen. Tenía mucho tiempo sin entrar a un estudio a improvisar principalmente. Era algo que quería hacer, en especial con una canción que me había salido en un breve instante con la única intención de limpiarme mente y corazón. Así que llegué con un arreglo en blanco, aunque con un concepto claro. El tema debía tener el color de Grito y silencio sin pretender impresionar o agradar. Quise capturar un momento de reinicio y el mejor sonido que me venía a la mente era el que recordaba de cuando ensayaba en mi adolescencia con mis amigos de la escuela, el sonido de la modesta banda que comienza con pocos recursos y con música sin pretensiones, sincera, vulnerable. No quise pensar mucho en lo que grababa, así que improvisé el arreglo y traté de dejar la canción en pocas tomas. En un día quedó lista, sin retoques, sin correcciones, y era la primera vez en muchísimos años que producía música de esa forma, sin pensar. Creo que no podía ser mejor compañera de lanzamiento para una canción como Grito y silencio.

Ahora siento una satisfacción que me llena, no sólo por terminar un pequeño, aunque muy estimulante, proyecto, sino por la receptividad que han tenido las canciones en muy corto tiempo. Ya quiero iniciar la creación de al menos otros dos temas para grabarlos y compartirlos con ustedes pronto. Disfruto mucho este estado de ininterrumpida motivación creativa que sin duda me lleva a más experiencias enriquecedoras.

Agradezco a Jesús Mariño por ayudarme a expresar Grito y silencio a través de su solo de guitarra española, en especial siendo él un metalero que adora el sonido distorsionado (¡excelente paradoja!); y a Tony Ruíz, mi segundo par de oídos, por su trabajo de masterización para ambas canciones. Ahora, el comercial: Hagan clic aquí -http://www.luiser.com/- y escúchenlas. Y si les gusta, descárguenlas y recomiéndenlas, ¡por una vida llena de paradojas útiles!
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13 de octubre de 2008

El susto en el baño

Creí que había terminado la producción de "Grito y silencio" la semana pasada.

Después de terminarle el arreglo con unas cositas que se me ocurrieron a último momento durante la grabación (como añadirle una maraquita de juguete que sonaba de lo mejor y que tuve que secuestrarle a mi hijo); corregirle unos versos un tanto incoherentes; pasar cuatro horas grabando el bajo eléctrico porque no me salía muy bien el ritmo (sí, lo admito, no practico a diario; sólo antes de un concierto); pelear con 40 sonidos de sintetizador porque no hallaba uno que me gustara para el solo; y partirme el coco con compresores, de-essers, reductores de ruido, análisis de espectro, envolventes de volumen y reflexiones tempranas (sí, lo admito, no tengo la pericia y la paciencia de un ingeniero de sonido), la mezcla definitiva estaba lista para probarla en los parlantes del estéreo en la casa, de la laptop, del carro, de los audifonitos del mp3 y de la cornetica del reproductor de cassette de la cocina.

Después de tener la música en la mente durante tanto tiempo, escucharla al fin emanando de un aparato como algo físico y concreto, a pesar de su invisibilidad, me provocaba una emoción difícil de describir. Mis amigos artistas me entenderán. Es como el nacimiento de un hijo esperado. No dejas de verlo, de celebrarlo, y te parece lo más maravilloso que existe. Pero puse a sonar la canción en el estudio y me encerré en el cuarto de baño que está al lado a escuchar el producto terminado de nuevo. Es una prueba que tengo muchos años haciendo, la de evaluar la calidad de una mezcla escuhándola desde los sitios más rebuscados. Si suena bien a través de la puerta y las paredes de ese baño, "se imprime".

Todo parecía haber quedado bien. Técnicamente estaba aceptable para mi gusto, pero ahí salió mi voz con aquella nota ofensivamente desafinada en el clímax de la canción. No la noté tan insultante e insoportable durante el proceso de post-producción. Pero la puerta del baño, cerrada y todo, la dejó pasar, la amplificó, le dio proporciones gigantescas suficientes para encender la alarma. Primero, la sorpresa ("¡¿Qué?! ¡Dios, llegó al baño!"); luego, la frustración ("¡Pero si ya estaba lista!"); luego, el autoengaño ("Nadie se dará cuenta"); más tarde, la aceptación, la resignación y la culpa ("Sí, estoy desafinado, pero es que el canto no es mi fuerte"); el reto ("¿Y si corrijo esa nota con la computadora?"); la acción ("¿Corregir afinación?" Clic); y el reto inevitable ("Hay que grabar de nuevo").

Creí que había terminado la producción de "Grito y silencio" la semana pasada.
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16 de septiembre de 2008

Grito y silencio: La idea

Desde hace años la idea me rondaba, e incluso llegué a compartirla con algunos colegas que se mostraron interesados (o no tanto). El asunto es que la semana pasada, como resultado de un impulso, me atreví a publicar un evento en Facebook anunciando el lanzamiento de una canción mía titulada Grito y silencio. ¿Por qué un impulso? Porque el tema está relativamente inconcluso, su arreglo semi-terminado, y mi estudio está temporalmente desmantelado.

Pero, sin pensarlo mucho, por fin me había atrevido a poner en práctica "la idea": Olvidarme de esa obsesión generalizada por hacer discos propios. En otras palabras, cambiar mi propio paradigma en cuanto a cuál debe ser la unidad creativa más pequeña e indivisible en mi música, reconfigurar mi mente como artista y asumir conscientemente el rol de creador de canciones y no de CDs. Es sólo un cambio de óptica que me ayudará a no limitar ni condicionar mi creatividad.

Abandono la idea de medir el éxito de un artista según el volumen de su discografía o el número de copias que haya vendido. Abandono al agotado patrón de trabajo que gira en torno a la producción de discos, esa fórmula predecible de componer-grabar-promover-tocar-hartarse del disco-reposar-esperar a que todo confluya de nuevo. No quiero esperar a tener diez canciones listas y el millonario capital a la mano para producir lo que quiero compartir con quienes me quieren escuchar. Adiós, Billboard. Bienvenida, iTunes.

Ahora cuando escriba una canción que me guste, no postergaré su grabación y publicación. Ahora me ilusiona más la idea de materializar y difundir piezas por separado. Y, con este blog que ahora inauguro, me entusiasma la idea de contarles e ilustrarles -para comenzar- cómo carrizo haré para terminar en 7 semanas -y con las uñas- una canción ¡Y SU CORRESPONDIENTE VIDEO! ¿Les parece tiempo más que suficiente? Mmmm, ya veré. Hay que cambiar algunos versos, pulir unos arreglos, reacondicionar el lugar de grabación, grabar, mezclar, masterizar, crear un guión de video desde cero, programar su producción, conseguir locaciones y actores o extras, adquirir materiales, filmar, editar, convertir, contarles en este blog cómo va la cosa... Sí... da tiempo... ¿Quedará todo bien? Sí... lo disfrutaré mucho y quedará bien. ¿Por qué? Por "la idea", que ahora me inspira y que queda algo resumida en la misma letra de Grito y silencio:

Dejo aquí mis zapatos
para poder caminar
y dejo allí mi camino
para poder avanzar...

Ya algunos de ustedes han manifestado en Facebook su interés por recibir mi canción, y esa es una fabulosa motivación que agradezco muchísimo. Si el proceso es enriquecedor y su producto llega a alguien que pueda apreciarlo, habrá razón suficiente para que se me estimule el séptimo chakra.
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