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25 de enero de 2011

Canciones de Pasado Mañana: Duelen

Duelen, quinto track en mi nuevo disco Pasado Mañana / Uno, también tiene un poquito de historia.

origen

El nacimiento lo publiqué el 25 de septiembre de 2008 en este sitio. La nota que titulé Ibuprofeno para el corazón resume las razones detrás de esta canción. Pero lo que yo no sabía en ese momento es que el tema tendría un par de versos más, inspirados en la posterior muerte de un padre distante; el sufrimiento de sus también alejados hijos, allegados a mí por un nexo inolvidable; y la coincidencia de esa situación con algo que vivía yo en carne propia.

Esta es mi canción de tristeza y enojo, y les pongo aquí una cita de lo que escribí en este sitio cuando lancé al público este sencillo, junto a Grito y silencio, el 4 de noviembre de 2008:

30 de marzo de 2009

La excelencia relativa

Es abrumadora esa obsesión del ser humano por medir su valía a través de las estadísticas. Están la pelea de las empresas por aparecer en la Fortune 500, los numeritos de los bateadores en béisbol, las calificaciones escolares y la evaluación del jefe, el rating del programa televisivo, las calorías que hay que rebajar, la talla del busto y el largo de aquello otro, la cantidad de contactos en Facebook, el saldo de la cuenta corriente. Nos medimos la vida a diario porque las cifras parecen decir más claramente si estamos bien o mal. Queremos ser mejores y el proceso de superación exige comparación. Sin embargo, ¿nos comparamos bien?

Dicen que no hay que comparar manzanas con peras, pero no existen manzanas idénticas, y hasta una manzana podrida puede servir para algo tan positivo como abonar la tierra. Lo bueno y lo malo son cosas muy relativas y podemos estar midiendo nuestro valor como personas con base en referencias erradas.

Hoy me topo con una cartelera de posiciones en AudioStreet; son las principales canciones en el género de rock en español (hagan clic en la imagen). Mi canción Grito y silencio está entre las diez primeras, y Duelen viene subiendo, lo cual es muy gratificante para mí porque es resultado de gente que me escucha, no de la decisión de un programador de radio o como efecto de la rotación de un video mío en MTV hasta el cansancio. Es algo que agradecer, pero también es algo que ver en su justa medida.

¿Cuánta gente visita AudioStreet? ¿Cuántas canciones en el género de rock en español están compitiendo por estar en esas posiciones? ¿Veinte o veinte mil? ¿No les parece eso de "rock en español" muy genérico? A mí me suena a manzanas con peras con piñas y con fresas. Además, mis canciones también pueden subir de posición no sólo porque las escuchen más, sino también porque corren la suerte de que otras empiecen a escucharse menos; es decir, no por mérito propio. Son muchos los factores que determinan el verdadero valor de esa estadística, por lo que su medida es muy relativa y no puede resumir objetivamente la realidad de un artista.

Me viene entonces la noción del contexto. Podemos ser incomparables y notables en un sitio y totalmente insignificantes en otro. Podemos ganar un disco de platino por vender un millón de copias en un país, ganar el mismo disco por apenas cincuenta mil en otro, o no vender nada en un tercero. Podemos tener el talento para merecer un Grammy, un Oscar o un campeonato, y a la vez ser completos desconocidos. Podemos ser muy atractivos y no tener suerte en el romance; o ser los empleados del mes y luego ser despedidos por reestructuración de la empresa. E incluso podemos ser los mejores en nuestro campo profesional y no querer dedicarnos a él porque es otra cosa la que nos apasiona. A la final, aquel número que nos deja bien parados ante los demás puede ser irrelevante, y sólo quedamos cada uno de nosotros por aislado con nuestras virtudes intactas. Es por eso que la única comparación sana es quizás con nosotros mismos.

En mi contexto personal, mis canciones están en primer lugar y, si las grabo, es porque me gustan. Ya eso me llena. Pero también es una bendición cuando alguien más les da un sitio similar en su propio contexto, así quede registrado como estadística o no.
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4 de noviembre de 2008

Cierra la boca y grita, así duela

Un buen día decidí ser un poco extremista y hacer todas mis cosas al revés, simplemente porque al derecho no tenía éxito en nada. Me sentía estancado y sin posibilidad de progresar, así que opté por deshacerme de muchas filosofías de vida. Mis actos fallidos eran reflejo de mi manera de pensar, por lo que me convenía más desechar conceptos, ideas, nociones, prejuicios y actitudes que no me servían para nada. Afortunadamente, el proceso resultó ser más fácil de lo que parecía al principio. Sólo reviví la adolescencia y comencé a cuestionarlo todo: ¿por qué esto sí?, ¿por qué aquello no? Vivimos siguiendo una especie de software envirado en la cabeza, que no es más que un cúmulo de pensamientos negativos conformados por palabras negativas.

Adios, palabras; me quiero expresar...

Escribí Grito y silencio para declarar que ahora prefiero vivir siguiendo paradojas; que lo ilógico puede tener mucho sentido y que quizás no existe nada imposible, cuando enfoco las cosas de la manera menos obvia, cuando recuerdo que en realidad hace falta muy poco para lograr mucho, que para crecer sólo hace falta ser pequeño y que para escuchar no necesito mi oído. Es más fácil lo que parece difícil.

Y fue muy emocionante grabar esta canción, una producción aderezada con la simbólica coincidencia de una fractura en mi pie, que no me detuvo (Dejo aquí mis zapatos para poder caminar); y el estímulo creativo de un arreglo musical que trata de reflejar el mensaje, sin introducción, porque no hace falta; con un ocasional piano eléctrico haciendo el papel de una guitarra eléctrica, porque esta no hacía falta; con una segunda estrofa sin acompañamiento armónico, porque no era necesario; con un estribillo sin letra, porque las palabras sobran y mis manos hablan mejor. A veces el silencio es más elocuente y a mí me encanta gritar callado.

También fue una experiencia renovadora grabar Duelen. Tenía mucho tiempo sin entrar a un estudio a improvisar principalmente. Era algo que quería hacer, en especial con una canción que me había salido en un breve instante con la única intención de limpiarme mente y corazón. Así que llegué con un arreglo en blanco, aunque con un concepto claro. El tema debía tener el color de Grito y silencio sin pretender impresionar o agradar. Quise capturar un momento de reinicio y el mejor sonido que me venía a la mente era el que recordaba de cuando ensayaba en mi adolescencia con mis amigos de la escuela, el sonido de la modesta banda que comienza con pocos recursos y con música sin pretensiones, sincera, vulnerable. No quise pensar mucho en lo que grababa, así que improvisé el arreglo y traté de dejar la canción en pocas tomas. En un día quedó lista, sin retoques, sin correcciones, y era la primera vez en muchísimos años que producía música de esa forma, sin pensar. Creo que no podía ser mejor compañera de lanzamiento para una canción como Grito y silencio.

Ahora siento una satisfacción que me llena, no sólo por terminar un pequeño, aunque muy estimulante, proyecto, sino por la receptividad que han tenido las canciones en muy corto tiempo. Ya quiero iniciar la creación de al menos otros dos temas para grabarlos y compartirlos con ustedes pronto. Disfruto mucho este estado de ininterrumpida motivación creativa que sin duda me lleva a más experiencias enriquecedoras.

Agradezco a Jesús Mariño por ayudarme a expresar Grito y silencio a través de su solo de guitarra española, en especial siendo él un metalero que adora el sonido distorsionado (¡excelente paradoja!); y a Tony Ruíz, mi segundo par de oídos, por su trabajo de masterización para ambas canciones. Ahora, el comercial: Hagan clic aquí -http://www.luiser.com/- y escúchenlas. Y si les gusta, descárguenlas y recomiéndenlas, ¡por una vida llena de paradojas útiles!
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Notas relacionadas:

25 de septiembre de 2008

Ibuprofeno para el corazón

Quienes nos dedicamos a hacer canciones no siempre tenemos una vida de éxitos, alegrías y glamour. No vivimos aislados ni separados de experiencias que pueden ser frustrantes y dolorosas. Siempre hay alguien que puede hacernos daño, nos rompe una ilusión, nos falta o nos ofende a pesar de nuestro esfuerzo por merecer lo contrario. Podemos también propiciar fracasos al cometer errores, tomar malas decisiones, ignorar mejores maneras o dejar en los demás el control de nuestro destino.

A nivel personal y profesional, corremos siempre el riesgo de cruzarnos con algo que nos entristezca, nos decepcione, nos desanime y nos sumerja en una pausa en la que nada queremos hacer y todo lo cuestionamos. Siempre es posible el hecho fortuito, inesperado, que nos hace perder el balance emocional.

Yo estoy profundamente triste hoy, por razones que no serán el centro de este escrito, porque aquí en realidad quiero compartir que la tristeza también es motivo para muchos músicos que escriben canciones, y que son sus cantos tristes el ibuprofeno que el corazón les pide. Es la mejor forma de automedicación que tenemos cuando sólo queremos llorar. Y esta tarde llegó un verso a mi mente y la guitarra saltó a mis manos. Una hora despúes, justo antes de empezar a escribir esta nota, terminé de componer una canción, "Duelen".

...hoy duelen distancia y memoria
deslealtad en la historia
duelen ofensa y desidia
tras ofrecerse la vida...

Sin embargo, quienes hacemos canciones tenemos además otro consuelo cuando una depresión agobia: el oído dispuesto de quien nos escucha cantar en esta especie de interacción terapéutica entre intérprete y público, una relación de apoyo que muchas veces nace con naturalidad simplemente porque aquél que escucha también llega a sufrir y a necesitar ibuprofeno para el corazón.

Hace unos días sufrí una fractura en el pie izquierdo y el doctor me obligó a inmovilizarme por al menos dos semanas. Sin duda será algo con qué lidiar para materializarles "Grito y silencio", la canción que publicaré el 4 de noviembre. No obstante, hoy no sólo me he inyectado calmante en el alma, sino que además mi necesidad de desahogo me motiva a también ofrecerles la canción que hoy he creado para el mismo día. Ustedes también son una efectiva medicina.
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