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1 de octubre de 2015

Los 15 años de "En"


Mi papá me hacía escuchar música instrumental desde que tengo uso de razón. Podían ser clásicos con orquesta sinfónica o toda su colección de LPs de Paul Mauriat, Ray Conniff, James Last, Ronnie Aldrich, y artistas por el estilo; más lo que hacían venezolanos como Juan Vicente Torrealba, Aldemaro RomeroAlexis Rossell (de quien nunca olvido su presentación en 1979 cuando se inauguraron las transmisiones de la TV a color en Venezuela).

Cuando estuvo de moda el sonido cuadrafónico, era lo instrumental lo que más se escuchaba en la sala de la casa, y yo lo disfrutaba muchísimo. Le preguntaba a mi papá cuál era tal o cual instrumento que sonaba y él me iba diciendo. Así aprendí por adelantado lo que luego me enseñarían en un conservatorio.

12 de agosto de 2010

Mis 17 razones para caminar la calle con un nuevo CD

Como ya les mencioné, salgo esta vez a la calle como un músico ambulante a entregar mi nuevo disco, Pasado Mañana, producido a mi manera, en lugar de hacer que una compañía lo fabrique y lo coloque en discotiendas. Para difundir mi música, mis actos han de ser coherentes con lo que creo y deseo, y estos son mis motivos:
  1. ¿Por qué no?
  2. Quiero salir de mi zona de confort y vivir algo nuevo, hacer algo que nunca he hecho. Quiero la aventura. Quiero la experiencia.
  3. Quiero confiar en el futuro incierto, que no tiene por qué ser adverso. Quiero seguir disfrutando de lo inesperado.
  4. Quiero fluir y dejar que las cosas pasen. Quiero perder el control y saborear la consecuencia.
  5. Quiero andar sin detenerme y dejar de propiciar que me detengan.
  6. Quiero vivir el romanticismo detrás de la idea del músico de calle, el inicio, el origen antes de que todo se desvirtuara con la industria del disco, sus rollos legales y el bizarro mundo que crea.
  7. No me interesan la fama, el reconocimiento y la riqueza fácil. Quiero la conexión, la transmisión, la simbiosis.
  8. No quiero vivir en un mundo de apariencias. No soy estrella ni soy inalcanzable.
  9. Quiero conocer más directamente a quienes pueden estar buscando lo que dicen mis canciones.
  10. Me motiva grabar melodías y salir a compartirlas de inmediato sin trabas, sin burocracia, sin intereses mezquinos, sin la injusta demora, sin la injusta remuneración, sin la competencia absurda.
  11. Me motiva el valor especial que tiene el trabajo artesanal que surge de un esmero más genuino.
  12. Quiero hacer más único lo que sale de mí.
  13. Quiero extender la experiencia de la sala de conciertos; quiero llevarla más allá del asiento en el auditorio.
  14. Quiero ser más considerado con lo que hago. Quiero apoyar una obra benéfica con una contribución más expedita que no dependa de aprobaciones y lentos procesos contables.
  15. Para algunos será rebajarse; para mí es avanzar por otro camino, feliz.
  16. Sólo yo soy responsable de lograr lo que quiero.
  17. Quiero el reto y probar que es muy poco lo que hace falta para lograr mucho.
Qué haré con mi disco

Antes de comenzar las presentaciones con mi banda, saldré a la calle a cantar, a hacer que otros me escuchen; sin micrófonos, sin tarima; en mi ciudad y fuera de ella. A quien me invite, lo visitaré y le daré música. A quien me llame, le cantaré. A quienes estén muy lejos, les llegaré de la manera en que se pueda. Quien quiera saber dónde estaré, ¡que me lea en Twitter! Quien quiera distribuir mis canciones en su país, que me contacte y le envío el material; ¡no cobro regalías! (es un concepto que no respaldo). Quien lo quiera, me pararé a su lado en la foto y le dejaré mi dedicatoria. Quien quiera tenerme, me tendrá. Quien quiera compartirme, me multiplicará. Quien quiera mi tiempo, se lo daré.
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25 de junio de 2009

Don't Stop 'til You Get Enough

Era yo un niño cuando vi a Michael Jackson, adolescente, bailando junto a sus hermanos en un estudio de televisión en Caracas. Tengo grabada la imagen en la mente, como si la hubiera visto ayer. Impresionante su forma de moverse. Impresionante el juego de su voz. Impresionante ver a una persona demostrar que la música está en cada una de sus células.

Pocos años después sale una de las joyas de la música pop estadounidense, Off the Wall, un disco con el elegante toque y la impecable producción de Quincy Jones, que mezcla música disco con funk, rhythm & blues y soul, y que era sin duda el perfecto abreboca de lo que luego sería Thriller. Todavía hoy, Don't Stop 'til You Get Enough, con la sabrosura de su percusión menor dentro de la genialidad de un arreglo que produce magia con apenas dos acordes sobre un monótono bajo, me sigue pareciendo, como músico, la perfecta obertura de lo que sería un impresionante aporte artístico al mundo del disco.

Quizás muchos no lo noten aún, pero hoy ha fallecido otro como Lennon, Mercury y Hendrix; y, a pesar de mi tristeza, me alegra haber aprendido algo de lo que el niño que cantaba Ben quizo enseñar.

 

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5 de marzo de 2009

Lo malo y lo bueno de la piratería musical

Taste the Rainbow por Liam HigginsPara responder a una pregunta que me surgió al cerrar mi nota anterior, sobre si estaría yo a favor de la piratería de CDs, diré que no y que sí, y aquí les digo por qué:

1. Lo malo: es ilegal. Mi negativa se debe a este pequeño gran detalle. Las leyes sobre derechos de autor defienden la potestad que sólo creadores y productores fonográficos tienen de copiar y autorizar copias de material contentivo de música. Ellos tienen derecho a recibir compensación por la explotación de sus obras, y la piratería viola ese principio.

2. Lo malo: baja calidad. Los CDs piratas se degradan mucho más rápidamente que los originales, pueden venir con defectos de copia y ser ilegibles, y casi ninguno viene con ese librito complementario que incluye todo lo que un verdadero fan considera digno de colección. Sin embargo...

3. Lo bueno: música económica. Lo más barato de un CD adquirido legalmente en una tienda, curiosamente, son las canciones; el resto del precio se va en arte y diseño, fabricación, comercialización, regalías e impuestos. Si lo único que puede importar para muchos no es más que la música en sí, que en el actual mundo digital no es más que cúmulos de codigo binario, ¿para qué pagar tanto por un montón de agujeritos en un pedazo de plástico? La música a precios más bajos llega a más gente, lo que me lleva a...

4. Lo bueno: posicionamiento. El consumo de música a través de copias no autorizadas ha sido un efectivísimo método de posicionamiento de artistas, ya sean famosos o desconocidos, de disqueras reconocidas o independientes. Mientras más gente llegue a conocer la música de alguien, surgirán más nuevos fans dispuestos a consumir discos originales, visitar sitios web oficiales y asistir a presentaciones en vivo, por ejemplo.

5. Lo bueno: adaptación y evolución. Aceptémoslo; es imposible detener el hábito de copiar y compartir canciones. Es una necesidad que hemos tenido siempre, desde que se hizo la primera grabación que se conoce. Ahora la tecnología lo facilita más que nunca y es completamente infructuoso el esfuerzo financiero que invierte la industria en campañas antipiratería y en nuevos sistemas de seguridad para evitar que la gente copie y cobre dinero por hacer el trabajo de copiar. Los CDs originales se van haciendo cada vez más caros, en parte para compensar niveles de ventas que van disminuyendo, y este fenómeno se debe no sólo al copiado ilegal, sino al intercambio de archivos mp3, a la invención del iPod, y al surgimiento de numerosos artistas independientes que ven como un fastidio eso de hacer CDs (porque es lo que se considera "profesional"), que ahora tienen muchísimo más control sobre la difusión de su música y que ven más beneficioso vender sus canciones a diferentes precios, desde el sencillo a un dólar en iTunes hasta una edición de lujo de DVD Audio que incluye material inédito, autógrafos y un mechón de pelo del cantante por el costo que sea.

Vuelvo a decirlo: el CD desaparecerá como formato para la distribución comercial de música (y, por ende, la piratería como se conoce hoy día). Mientras tanto, en vez de pelear con los piratas (por más razones válidas que se tengan), ¿por qué la industria formal no se sincera y vende discos económicos que igualmente paguen derechos de autor? Sería genial ver el nuevo CD de U2 en una "versión callejera oficial" sin librito, en un sobrecito de papel y con el título escrito a marcador. Sería de colección.
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16 de septiembre de 2008

Grito y silencio: La idea

Desde hace años la idea me rondaba, e incluso llegué a compartirla con algunos colegas que se mostraron interesados (o no tanto). El asunto es que la semana pasada, como resultado de un impulso, me atreví a publicar un evento en Facebook anunciando el lanzamiento de una canción mía titulada Grito y silencio. ¿Por qué un impulso? Porque el tema está relativamente inconcluso, su arreglo semi-terminado, y mi estudio está temporalmente desmantelado.

Pero, sin pensarlo mucho, por fin me había atrevido a poner en práctica "la idea": Olvidarme de esa obsesión generalizada por hacer discos propios. En otras palabras, cambiar mi propio paradigma en cuanto a cuál debe ser la unidad creativa más pequeña e indivisible en mi música, reconfigurar mi mente como artista y asumir conscientemente el rol de creador de canciones y no de CDs. Es sólo un cambio de óptica que me ayudará a no limitar ni condicionar mi creatividad.

Abandono la idea de medir el éxito de un artista según el volumen de su discografía o el número de copias que haya vendido. Abandono al agotado patrón de trabajo que gira en torno a la producción de discos, esa fórmula predecible de componer-grabar-promover-tocar-hartarse del disco-reposar-esperar a que todo confluya de nuevo. No quiero esperar a tener diez canciones listas y el millonario capital a la mano para producir lo que quiero compartir con quienes me quieren escuchar. Adiós, Billboard. Bienvenida, iTunes.

Ahora cuando escriba una canción que me guste, no postergaré su grabación y publicación. Ahora me ilusiona más la idea de materializar y difundir piezas por separado. Y, con este blog que ahora inauguro, me entusiasma la idea de contarles e ilustrarles -para comenzar- cómo carrizo haré para terminar en 7 semanas -y con las uñas- una canción ¡Y SU CORRESPONDIENTE VIDEO! ¿Les parece tiempo más que suficiente? Mmmm, ya veré. Hay que cambiar algunos versos, pulir unos arreglos, reacondicionar el lugar de grabación, grabar, mezclar, masterizar, crear un guión de video desde cero, programar su producción, conseguir locaciones y actores o extras, adquirir materiales, filmar, editar, convertir, contarles en este blog cómo va la cosa... Sí... da tiempo... ¿Quedará todo bien? Sí... lo disfrutaré mucho y quedará bien. ¿Por qué? Por "la idea", que ahora me inspira y que queda algo resumida en la misma letra de Grito y silencio:

Dejo aquí mis zapatos
para poder caminar
y dejo allí mi camino
para poder avanzar...

Ya algunos de ustedes han manifestado en Facebook su interés por recibir mi canción, y esa es una fabulosa motivación que agradezco muchísimo. Si el proceso es enriquecedor y su producto llega a alguien que pueda apreciarlo, habrá razón suficiente para que se me estimule el séptimo chakra.
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