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5 de abril de 2011

Canciones raras en mi vida: I've Got You Under My Skin de The Four Seasons

A veces me preguntan por qué me gusta cantar en falsete o imitar la voz de mujer, y siempre respondo que así fue cómo aprendí a cantar (si se puede decir que aprendí). Uno de los primeros LPs que me regaló mi papá cuando tenía yo unos 6 años, fue una recopilación de éxitos de Frankie Valli y The Four Seasons, y ese disco se volvió mi favorito. Cuando iba a la escuela y me sentía aburrido, me daba alivio saber que luego llegaría a casa a escucharlo. Lo hacía todos los días.

Tanto me gustaba esa mezcla de rock 'n' roll, big band y pop, que me ponía a interpretar los temas junto a Valli, aunque no entendiera lo que decía. Así comencé a cantar, a diario. Una peculiaridad de su voz es el falsete, una técnica que lo ayudaba a imitar un timbre femenino o infantil y que le sirvió para darle identidad a su grupo. Lo otro es que cantaban canciones excelentes que explotaban la versatilidad de esas cuatro voces juntas, y todo eso se me quedó grabado.

Uno de los temas en esa recopilación era I've Got You Under My Skin, una nueva versión que hacía el grupo, a mediados de los años 60, de un éxito que Frank Sinatra cantaba desde los años 40, en una época en que la música popular que sonaba en radio aún podía ser, si se quiere, elegante.

Yo no sabía nada de música cuando escuchaba esa canción hasta la saciedad. Sólo me dejaba llevar por su emotividad, ese arreglo que va de lo enérgico a lo sensible y pausado, con batería a lo rock y campanas tubulares, para terminar con esas notas en falsete que me confundían porque yo no veía a ninguna mujer en la carátula del disco.

Con el tiempo, cuando la sabiduría me fue llegando, entendí que se trataba de una canción compuesta por uno de los mejores exponentes de la música contemporánea estadounidense, nada más y nada menos que Cole Porter. Y supe que fue Frankie Valli quien le había dado fama a la canción, no Frank Sinatra, dos años después de que su compositor falleciera.

Ahora existe una gran cantidad de versiones de ese tema; hasta Sinatra la grabó a dúo con Bono (sí, el de U2); pero yo me quedo con la magia que creó The Four Seasons en una era en que las grabaciones en estudio se hacían con pocas pistas, con casi toda la orquesta de una sola vez, con casi todas las voces de una sola vez. Aún escucho esa versión y no dejo de maravillarme, y comprendo por qué se me sale la influencia de vez en cuando. Es de esas canciones de amor que en realidad enamoran.

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