curiosidades
- Tardé unos cuatro años en terminar Déjame en paz. Recuerdo que la idea me nació en 2006, otro año electoral en Venezuela, y tan agridulce era, que me causaba resquemor; pero, como ha sucedido con muchas de mis canciones, en un breve instante inesperado, todo fluyó enseguida y la composición terminó de desarrollarse por sí sola, se podría decir. Y tal fue mi necesidad urgente de tener lista la canción, que mi impaciencia desechó por completo la idea de tener de invitado a un guitarrista en la grabación. Primero Rodolfo Betancourt, en Estados Unidos, estuvo al bate; y luego Nicky Scarola en la época en que ensayábamos el tributo a Deep Purple en Caracas; pero de repente probé con un sintetizador y un par de loops de guitarras distorsionadas y todo me sonaba ya como quería, así que terminé enviando a los dos guitarristas a la banca. ¡A veces soy despiadado como productor! Pero ellos son buenos amigos y profesionales y saben que, en casos así, el asunto no es personal.
- Déjame en paz ha resultado ser una canción que muchos locutores adoran, pero que ninguno se atreve a radiar. No me sorprende. Quizás no sólo se debe a su tono político, sino a que es un tema de 7 minutos de duración. Luego salió una versión más corta, pero a mí no me gusta tanto.
- De todas mis canciones, Déjame en paz es la única que tiene güiro y es la canción más larga que he grabado.
- Recientemente he estado ensayando una nueva versión de Como siempre con su creador Carlos Jaeger, como parte de un recital en vivo que él está preparando, y me han dejado incorporar el solo de teclado que arreglé para mi propia versión. Estén atentos para ir a alguno de esos shows. Es música muy sensible y divertida también.
- La clave que suena en mi grabación de Como siempre, en la segunda estrofa, es en realidad un palo de cortinero; ya saben, ese que cuelga del borde superior de una ventana para que por él se deslice una cortina. Después de un cambio de decoración, sobraron dos pedazos de ese palo y, al golpear uno con otro por accidente, me sonaron muy musicales, así que los guardé hasta que esta canción me hizo recordarlos.
- La guitarra que suena en Como siempre, con ese aire de reggae, es en realidad un sonido de bajo eléctrico en un sintetizador. Cuando tocas fuera de rango instrumentos sampleados, suenan interesantes.
- Es la primera vez que estas tres grabaciones forman parte de un álbum discográfico.
Exceptuando el hecho de que Como siempre es una canción de mi amigo Carlos Jaeger, en música y letra, todo lo que suena en estas tres grabaciones es producto de mis tormentas cerebrales: versos, acordes, melodías, arreglos, interpretaciones en guitarras, bajo eléctrico, pianos, sintetizadores, percusión, secuencias, gritos y alaridos, producción, ingeniería, mezclas, masterización... e imperfecciones.
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